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La soberanía alimentaria es un concepto que se refiere al derecho de los pueblos a definir sus propias políticas agrícolas, pesqueras, alimentarias y de tierras, en armonía con sus propias culturas y formas de vida, y en función de sus necesidades y prioridades en materia de desarrollo sostenible. En el caso de Cuba, este concepto adquiere una especial relevancia debido a su historia y contexto económico.

Durante décadas, Cuba ha enfrentado una serie de desafíos en el ámbito alimentario y agrícola, incluyendo la falta de acceso a tecnologías y recursos, la dependencia de la importación de alimentos y la fragmentación de la tierra. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, Cuba ha logrado avanzar hacia la soberanía alimentaria gracias a la implementación de políticas y medidas que buscan fortalecer la producción local de alimentos y reducir la dependencia de la importación de alimentos.

Entre las medidas implementadas por el gobierno cubano se encuentran la creación de cooperativas agrícolas, la promoción de la agricultura urbana y periurbana, la mejora de la infraestructura y tecnología en el sector agrícola, la implementación de políticas de conservación del suelo y agua, la promoción de la diversificación de cultivos y la implementación de programas de educación y capacitación en temas agrícolas.

A pesar de estos avances, Cuba todavía enfrenta desafíos en el ámbito alimentario, incluyendo la necesidad de fortalecer la investigación y el desarrollo en el sector agrícola, mejorar la gestión de los recursos naturales, y aumentar la inversión en infraestructura y tecnología en el sector.

En resumen, la apuesta por la soberanía alimentaria en Cuba representa una oportunidad para fortalecer la producción local de alimentos, reducir la dependencia de la importación de alimentos, mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de la población, y promover el desarrollo sostenible del país.

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